San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz, fraile carmelita, cuya vida fue un portento de amor a Dios y al prójimo. Su verdadero nombre fue Juan de Yepes nacido el 24 de junio de 1542 en Fontiveros (Ávila). Huérfano desde los seis años, se trasladó junto a su madre a Medina del Campo. A los 17 años ingresó en un colegio jesuita para estudiar Humanidades, tomando los hábitos de la orden Carmelita a los 21 años con el nombre de Fray Juan de San Matías, estudió teología en la Universidad de Salamanca. Siendo ordenado sacerdote en 1567, tomando el nombre definitivo de San Juan de la Cruz.
Trabó gran amistad con Santa Teresa de Jesús, siendo integrado por esta en el gran movimiento de reforma carmelitana que ella había iniciado.
Hacia el año 1568, San Juan de la Cruz fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos, con la contemplación y la austeridad como normas fundamentales. Sus intentos reformistas de las ordenes monásticas le llevaron a la cárcel durante nueve meses, acusado de apóstata. En prisión escribe su obre cumbre ¨Cántico Espiritual¨. Contó con la ayuda de Santa Teresa de Jesús para huir de prisión, refugiándose en un convento de Jaén donde continuó con la reforma carmelitana, que le llevó a enfrentamientos con la jerarquía religiosa y sufrir de nuevo en prisión, esta vez en un convento de Sierra Morena donde culminó la escritura de sus principales obras literarias. Cuando es excarcelado y se le impone el traslado a América muere, en el año 1591 a los 49 años.
Es elevado a la categoría de santo por la Iglesia, 135 años después de su muerte.
La obra de San Juan de la Cruz está inspirada en un profundo sentimiento religioso, con una poseía de estilo bíblico de cierta similitud con el Cantar de Cantares de Salomón. Fue un gran conocedor de la filosofía de Platón y Aristóteles. La mística simbolista es el fundamento de toda su obra, especialmente en ¨Noche oscura¨, ¨Llama de amor viva¨ y ¨Cántico espiritual¨.